JOANNA PIOTROWSKA

Joanna Piotrowska>

Como parte de CONDO Mexico City, Arredondo \ Arozarena se complace en recibir a las galerías Madragoa, Lisboa y Dawid Radziszewski, Varsovia, y presentar la exposición individual de Joanna Piotrowska (Varsovia, 1985) en la cual se mostrarán diversos proyectos producidos por la artista en los últimos años. La práctica de Joanna Piotrowska se centra en la investigación sobre el cuerpo humano, protagonista del trabajo que se exhibe. Sus fotografías, así como las películas, se basan en una exploración sobre el lenguaje corporal que no expresa significados unívocos y claros, sino un cambio constante que transmite percepciones ambiguas, sentimientos de incomodidad y violencia sutil, que se ve reflejado en las poses y los gestos de las personas retratadas. La artista captura mujeres jóvenes que recrean posturas de manuales de autodefensa. Se muestran con una actitud agresiva y defensiva ante lo que pareciera ser un enemigo invisible. La actitud de estas mujeres es representada de una forma desarticulada y muestra, sobre todo, su fragilidad. El mismo discurso poético lo encontramos en la película Untitled (2016), en la que una joven frente a la cámara señala con un dedo distintas partes de su cuerpo. Esta sutil coreografía es una representación corporal de diagramas que apuntan a los "lugares de la semana" del cuerpo humano, extraídos de manuales de autodefensa, que ilustran cómo las víctimas pueden defenderse golpeando esos puntos. La premisa de la violencia se ve reflejada por el gesto sereno de la intérprete que, al tiempo que expone su propia fragilidad, cuestiona los roles de la víctima y el agresor. Las fotografías de Frantic (2016-17) investigan la relación entre los cuerpos y el espacio que habitan. Documentan una serie de refugios temporales construidos dentro de diferentes casas, que utilizan todo tipo de materiales encontrados en éstas mismas. Las fotografías exhibidas tuvieron lugar en Lisboa, Londres, Río de Janeiro y Varsovia, donde la artista involucró a la población local para recrear dentro de sus propios departamentos o jardines, un refugio habitable, utilizando muebles para la estructura y seleccionando objetos personales que usarían para vivir. El resultado es una serie de distintos ensamblajes que nos recuerdan a sus arquitectos: algunos son sólidos y minimalistas, otros son complejos y frágiles, como si fueran a colapsar en cualquier momento. La presencia de dichos arquitectos dentro de sus refugios, cuerpos que a penas caben dentro de las estructuras, revelan como éstas son en realidad trampas y no espacios cómodos para su protección.